agosto 13, 2008

Una bocanada de aire fresco, venida de la casualidad…

En los momentos en que la vida parece pintarse de blancos, negros y distintas gamas de grises, llegan algunas pequeñas cosas que sin esperarlas, logran arrancarte sonrisas y buenos pensamientos.
Eso es inspirar y sentir que los pulmones se llenan de una especie de aire puro, aunque proveniente de la ciudad, y que la casualidad, lo contingente, lo eventual, otorga el tinte de color primario que se andaba ausentando en los monótonos días.
Es exhalar y sentir el cosquilleo en la panza de que vale la pena… si, más que nunca, vale la pena.
Una bocanada de aire fresco, venida de la casualidad, son los besos en el viaje que se acrecientan o disminuyen según las frenadas del transporte, son los momentos en que casi me caigo y estoy encima tuyo, son las monedas cubanas y los chats elocuentes.
Una bocanada de aire fresco, venida de la casualidad, es la posibilidad de escapar un fin de semana largo a un lugar verde, cerca pero a la vez lejos de la ciudad. Es enviar y reenviar mails de cariño, de listas de cosas para llevar, de cuentos de felicidad entre amigos.
Es planear para disfrutar, es gozar del “mientras que”, del camino, hasta llegar al acontecimiento.
Es que inesperadamente alguien te diga “All- in” cuando casi, casi, creías la posibilidad anulada.
Una bocanada de aire fresco, es disfrutar de las pequeñas y hermosas cosas que la vida pone en tus manos en momentos insospechados, es dejar que la casualidad te sorprenda cuando tu mundo se encontraba plenamente calculado.
Venida de la casualidad es tu ingenua presencia, deseo es lo que logra tu ausencia, tu si pero no.
Y así, de un mensaje de texto con el número 1568, aparece el pequeño de ropa formal y sonrisa persuasiva.
Y así, de una sugerencia casi imposible se arma un viaje de tres días, que en poco tiempo se convierte en el paraíso, en el corte de rutina, en la esperanza de risas y diversión.
La casualidad cruza a las personas en mi camino y cambia los sentidos de pensares instituidos. La causalidad me abre puertas a nuevos destinos.
Entonces, leo nuevos autores e investigo lo que jamás pensé que iba a indagar, inicio una beta académica. Rindo el final con ella y ella abre las puertas a nuevas cosas y gente desconocida. Digo “juego de provocación” y lo anota en mi cuaderno como clave del éxito, cuando yo solo lo había murmurado como idea delirante. Es el impacto de colores brillantes en el seno de la ciudad gris, son mis graffitis.
Una bocanada de aire fresco, venida de la casualidad, son los hechos inesperados que de un momento a otro le otorgan sentido a la vida, y cuando el cuerpo está exhausto después de un día demoledor, recordás… esos besos, esos viajes, esos mails, esas sonrisas. Imaginás el no hacer nada al aire libre, saboreas los libros interesantes, y contás las veces que pensaste “este tipo es un genio” y cada página del libro más confirma la elocuencia de su pensamiento.
Una bocanada de aire fresco, venida de la casualidad, es saber respirar bien profundo en el momento exacto, es dejar que la vida te sorprenda, siempre una vez más.

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