febrero 09, 2008

Así, yo

Entender que Ceratti hace buena música y que Diego Torres no tanto, pero me encanta igual.
Comer sin mantel cuando estamos solas, fumar después de la cena y chatear hasta largas horas.
Disfruto los perfumes cítricos, frescos y frutales, más disfruto las personas perfumadas y recién bañadas.
Me gustan los días de lluvia para remolonear en la cama.
Elijo el helado de dulce de leche con nuez, la coca Light, los mariscos en verano y los mates de toda estación.
Los espacios verdes y las montañas nevadas.
El calor de un cuerpo mojado
El olor a jazmines y el pasto recién cortado.
Las charlas con amigos y los besos furtivos.
Detesto las películas de Ben Stiller, Jim Carrey y Adam Sandler, porque simplemente me gustan “otras”.
Me gustan los pelos enrulados y planchados, los maquillajes y la pilcha nueva.
Los mimos, los gestos, las personas que me prestan atención.
Me intrigan los dejavú y las trasmisiones de pensamiento.
Que pienses en algo y yo juegue a descubrirlo, siempre te descubro, que loco.
La energía antes de ir a dormir y los llamados preocupados.
Las charlas filosóficas en la plaza o en un café perdido de la ciudad.
Ver estrellas en las noches de verano y elegir aquella que nadie mira.
Las risas desmedidas por cosas insignificantes.
Los abrazos de protección y los besos en la frente.
La brisa de las tardecitas de verano y tomar sol en la playa.
Nadar en cualquier agua, dibujar, escribir, cantar.
La adrenalina extrapolada y la sensación del cuerpo cansado.
Las cosas de plata y las uñas largas.
No me gustan las frutillas ni los espárragos, adoro los viajes y más si son largos.
Me reconfortan las frazadas de polar y me trastoca la Facultad de Sociales.
Me autoenseñé a manejar con el pie en el embrague aunque me explicaron distinto.
Disfruto las conversaciones después de hora y los puchos en la cocinita.
Que me busquen a la parada del bondi y que me esperen un ratito.
Las llamadas inesperadas y las apariciones insólitas.
Los cuelgues constantes y la suerte que me ayuda.
Los ochos y los nueves.
Cantar en la calle y gritar porque sí cada tanto.
Empaparme bajo la lluvia, las sirenas, Venus afrodita, el “Che”, Marx, Walsh.
Los te con limón, el café con leche de espumita y los licuados de fruta.
Amores de verano y los hombres de cabello oscuro.
Las miradas que dicen y expresan todo, el puré de calabaza.
Los azules y violetas, los zapatos con poco taco, los cinturones raros y los aros largos.
Septiembre es con P y todo “en realidad”.
Los viajes son ley, dormir y maquilarme en el colectivo.
Tomar el subte de ida y vuelta para hacer una siesta.
Comprar muchos libros que quizás nunca voy a leer.
Mis eternas faltas de ortografía, mis escritos utópicos, los tristes y desolados.
El mate con cascaritas de limón, la guiñada de ojos, los viernes a la tarde.